El funcionamiento de los motores, de las cajas de cambios y de otros componentes mecánicos requiere el uso de un gran número de sensores y de contactores: contactores de posición, manocontacto, sensores de presión, termocontactos, sensores de temperatura, sensores de repiqueteo…
Estas piezas se suelen fijar gracias a una toma roscada que desemboca en un circuito de aire, de agua o de aceite.
Para impermeabilizar la unión roscada, la técnica más moderna consiste en recubrir la rosca del sensor o del contactor con una resina impermeabilizante.
La solución de recubrimiento previo sustituye con éxito a las juntas planas o las juntas tóricas.
Nuestras soluciones están adaptadas a un gran número de fluidos (líquido de refrigeración, agua, aceite, carburante, aire) con temperaturas de uso que pueden superar los 150°. Nuestros tratamientos permiten añadir la función antibloqueo cuando la pieza se utiliza en un contexto a altas temperaturas (toma de sensor en los sistemas de escape).
Tratamos roscas rectas y roscas cónicas, de acero galvanizado, de aluminio, de latón, de acero inoxidable o de plástico.
