Tornillería estándar

Los tornillos de aflojan de forma «natural» por el efecto de diversas tensiones: fuertes cargas axiales, vibraciones, golpes y variaciones de temperatura.
Por todas estas razones, se aconseja asegurar los ensamblajes roscados procediendo a la fijación de las roscas.
La fijación de las roscas puede asegurarse de 2 formas
– Mediante el encolado de los elementos roscados entre ellos gracias a una cola microencapsulada que se activa al atornillar. Se obtiene una fijación de la rosca llamada «estándar» en la automoción que sustituye al encolado con bloqueo de rosca líquido.
– Mediante el aumento de los rozamientos en el ensamblaje generado por un cordón elástico de poliamida colocado sobre las roscas. La fijación con poliamida (o nailon) es menos eficaz que un encolado, pero permite reposicionar varias veces el tornillo.
La función de estanqueidad también puede integrarse en la tornillería por recubrimiento previo. Los tornillos se recubren con una resina impermeabilizante para sustituir una junta plana o tórica bajo la cabeza del tornillo, o eliminar los exudados a nivel de los orificios de una fundición porosa.
El bloqueo de los tornillos también encuentra su solución en el recubrimiento previo.
La rosca se recubre con un antibloqueo destinado a facilitar el montaje y el desmontaje de los ensamblajes, en especial en los contextos de fuertes cargas y de altas temperaturas.

Tornillo con función de fijación

Tornillo con función de fijación

Tornillo con función de estanqueidad

Tornillo con función de fijación