El aflojamiento de los tornillos es una de las principales causas de fallos en la ingeniería mecánica.
Para evitar que los tornillos roscados se aflojen, los fabricantes de equipos siempre utilizan las mismas soluciones mecánicas: arandelas de seguridad, bloqueo de rosca líquido, tuercas de seguridad, etc.
La carrera por la productividad y la necesidad de una calidad cada vez mayor exigen la integración de soluciones más eficientes y fiables: la fijación de roscas por recubrimiento previo, utilizada durante 30 años en la industria del automóvil, ha sido la solución más relevante desde hace varios años. Su nivel de fiabilidad y su bajo coste la convierten en una alternativa a los procesos de fijación convencionales. Además, la técnica de recubrimiento previo permite integrar las funciones de estanqueidad, protección y antibloqueo en la fijación.
Los tornillos que no se pueden desmontar porque se atascan o los exudados debido a fugas en los ensamblajes ya no son aceptados por los usuarios. Mediante el uso de tornillos recubiertos previamente, los fabricantes aumentan significativamente el nivel de calidad de sus equipos al tiempo que ahorran un valioso tiempo de producción.
El recubrimiento previo se utiliza en la actualidad en muchas aplicaciones industriales:
– Fijación de las roscas en ventilador
– Antibloqueo de los tornillos de acero inoxidable en equipos eléctricos
– Fijación de los tornillos de ajuste en el freno del ascensor
– Estanqueidad de racores del contador de agua
– Sustitución del bloqueo de rosca líquido en todas las fijaciones de una bomba de vacío
– Antiaflojamiento de las tuercas en parque de juegos exterior
– Aseguramiento de los tornillos en equipamiento ferroviario
– Fijación de los tornillos en herramientas de mano
– Antibloqueo y antiaflojamiento de las fijaciones en maquinaria agrícola
– Fijación de uniones roscadas en bicicletas, esquíes, equipos de montaña…